Avril Lavigne lo intenta y lo intenta...

Ya ha llovido mucho desde que una chiquilla llamada Avril (Ramona) Lavigne lanzara Let Go. En ese momento se veía a Lavigne como la anti-Britney, pop adolescente pero más tirando al rock/punk que al bubblegum. Era la chica mala y eso, al menos entonces, era muy cool. Aparte de su cuidado estilismo skater-gótico también la música acompañaba. Let Go es un gran disco con temazos como Losing Grip o Complicated. Era pop adolescente diferente, era original y, hasta cierto punto, arriesgado. En su momento tenía mucho sentido. Ahora ya no tanto.

Ahora pierde un poco la gracia por varias razones: Avril tiene 29 años y sobre todo la música a evolucionado muchísimo. Al igual que muchos yo también critico a la compositora de Smile por su estancamiento musical. Básicamente porque así no se va a ninguna parte. Al menos Katy Perry arrasa aún haciendo lo mismo pero si no te funciona es el momento de cambiar.

Pero, por otra parte, Lavigne se ha acomodado en lo que ya podríamos llamar el estilo Avril Lavigne. Su estilo no evoluciona pero su música es de calidad. Es lo que tiene la experiencia. Here's to Never Growing Up no va a cambiar el mundo pero tiene un grandioso estribillo y Rock N Roll es, sencillamente, muy pegadiza. En otra ocasión ya dije que Avril es una experta en crear grandes estribillos. Las estrofas pueden ser aburridas y descafeinadas pero el estribillo es una explosión de fuerza. Y esto no ha cambiado.

Después de dos sencillos que han pasado con bastante pena por los charts (si es que han llegado siquiera a pasar) toca el turno de un tercero. La elegida es Let Me Go junto a su maridito Chad Kroeger. Creo que con tres párrafos quedáis avisados de como suena. Es una balada con una producción clásica del género y, como no podía ser de otra manera, con un estribillo soberbio y desgarrador. El dueto funciona bastante bien, sus voces unidas son agradables, especialmente la de Avril que tiene un timbre precioso. Suena algo anticuada, si pero es bonita, eso no se puede negar.

Vamos que Ramona sigue a lo suyo. Crea canciones parecidas que solo les puede gustar ya a estas alturas a sus fans pero su música no ha perdido calidad. Esta Let Me Go no es My Happy Ending pero es, muy posiblemente, una de sus mejores baladas hasta la fecha. Ese estribillo, esa voz, hace Let Me Go un buen tema, totalmente disfrutable. Las habrá más innovadoras, más populares pero para mi Avril es mi infancia y siempre seré su fan, aunque musicalmente no avance.